miércoles, 2 de abril de 2008

Dia 11 - Tres Glaciares

Esta vez el paseo proyectado del dia se llama “Tres Glaciares”, un circuito de navegación en catamarán por el Lago Argentino que comprende la Bahia Onneli con su glaciar, el glaciar Upsala y el Spegazzini, el mas grande de los tres. Tenemos que estar en Puerto Bandera a las 8: 30 asi que el toque de diana es a las 6:30 para levantarse, desayunar y salir con tiempo. Muy lindo todo pero hace un sueño de aquellos.

Pasamos la ruta mirando salir el sol a nuestras espaldas todavía dormidos y casi sin pronunciar palabra, abordamos el catamarán y nos ubicamos en el asiento mas cercano a la puerta de salida para poder disfrutar mas adelante el viaje sobre el puente. Al rato ya nos dejan salir a cubierta y aca sí que se siente el frio. Y mucho. Nos vinimos preparados con dos remeras, puloveres, polar, campera, gorros, guantes, pero cuando pega el viento se siente como navaja y corta la escasa superficie de piel que puede quedar al aire. Luego de un rato empiezan a aparecer a la distancia los primeros desprendimientos de hielo flotando en el lago. Enfilamos hacia un pequeño puerto ubicado en la Bahia Onelli y nos dejan bajar a tierra. Dentro de un pequeño bosque de lenga y guindos con un sendero marcado claramente para recorrer, no nos dejan salir ni un centímetro del camino a pesar de las ganas que tenemos de internarnos entre los arboles para intentar perdernos nuevamente, pero el primer “señor, por ahí no!” se lo lleva Waly y vuelve frustrado con toda la gente.

Luego de salir a un claro, se puede ver la bahia pequeña y todos los bloques de hielo flotando sobre la superficie. El guia nos indica que por nuestra seguridad podemos ir hasta cierta marca que se va a la distancia del lugar donde estamos sobre la playita de la bahia por que hay algunas vacas salvajes que se pueden ver entre los arbolitos, Obviamente, Charly es el primero en enfilar hacia ese lugar y luego de un rato nos acompaña el guia para ver hasta donde podemos llegar. En el trayecto nos cuenta que ese ganado, ahora salvaje, fueron unas cuarenta que se perdieron hace muchos años en un arriendo, se fueron reproduciendo naturalmente y ahora suman mas de cuatrocientas, Se acerca él primero hasta donde estan ubicadas entre los arboles y las ahuyenta pacíficamente para que podamos avanzar mas alla.

Ya esta haciendo un poquito mas de calorcito, eñ sol pega lindo y la verdad que abriga barbaro. Nos dicen que es muy raro que nos toque un dia asi, el cielo esta completamente celeste y no hay ni una sola nube, incluso cuando esta despejado en Calafate, en el glaciar es lo habitual que haya nubes. El guia nos muestra un termómetro que lleva colgado al cuello: la temperatura ambiente es de cero grado. Increíble, no se siente para nada (Claro, ni frio ni calor, dice Wali) Nos acercamos hacia la punta de la bahia y desde el lugar mas lejano que nos permite el sendero, podemos observar el glaciar en la otra orilla descendiendo de la montaña a unos doscientos metros con los trozos de hielo desprendidos flotando que se reflejan en el espejo de agua del lago.

Momento de la merienda. Nosotros no llevamos mas que dos tabletas de chocolate que nos vamos repartiendo como sobrevivientes de la cordillera. Y whisky no hay mas. Nos quedamos sentados recostados sobre las piedras tomando sol durante un rato largo hasta que Charly se aburre y se va con Emiliano a caminar un rato a ver que lo dejan hacer. Es parque nacional y no dejan levantar ni una piedra. Ya se nos hace la hora de vuelta al catamarán y en el camino encontramos a Emiliano que nos muestra un pedazo de hielo sobre una piedra que Charly logro rescatar del agua. Lo rompemos un poco y volvemos comiendo hielo de miles de años.

Ahora zarpamos hacia el otro brazo del lago donde nos encontramos con el segundo glaciar en importancia, el Upsala. En esta oportunidad la nave se acerca aun mas, nos permite sacar fotos, pasamos por entre los icebergs a una distancia muy corta donde desde el cual se puede apreciar el verdadero tamaño de estas moles de hielo. Nos acercamos mas al glaciar y es como un edificio de 10 o 12 pisos de alto. Detrás las montañas con los picos nevados y un reflejo que ciega. El espectáculo es maravilloso. El verde del lago contrastando con el blanco azulado de la masa de hielo, las montañas detrás y el glaciar bajando irregularmente por entre medio.

Luego de un rato de exhibicion, nos desplazamos hacia el glaciar mas grande, el Spegazzini, el cual se encuentra a unos 40 minutos. Este es el mas grande y se forma de la conjuncion de dos tramos. Es el momento en que la tripulacion aprovecha para hacer un par de maniobras y rccoger un pedazo de hielo para el whisky que proveen en la cafeteria del lugar a “un precio modico”. Que no podemos desaprovechar, obvio.

Luego del festejo, las fotos y filmaciones, volvemos para puerto. Rato que aprovechamos para dormitar un poco tirados en la popa al solcito que nos pega de lo lindo. Volvemos tempranito, damos unas vueltas por el centro hasta la hora de comer. Nos vamos a dormir y ahora nos toca saludar a Calafate. Un buen lugar, con maravillas un tanto caras pero que valen la pena el gasto.
Mañana salimos hacia El Chalten. Ya nos avisaron que no tendremos señal de celular ni Internet, asi que por unos tres o cuatro dias este blog queda en suspenso. Volveremos a actualizarlo seguramente cuando lleguemos a Esquel.

1 comentario:

Fabiana dijo...

son una inmensidad los glaciares! 10 12 pisos es muchisimo... o yo tengo muy poca idea de la realidad je