lunes, 24 de marzo de 2008

Dia 5 - Ushuaia!

A partir de ahora està el frío, si señor, el split esta puesto y no parece tener signos de que se va a apagar. Salimos bien tempranito de Rio Gallegos para alcanzar la balsa que nos va a cruzar del otro lado del Estrecho de Magallanes. Charly contento por que el madrugon para ver a Raikonen exitoso valiò la pena.

En el medio del desierto experimento la sensación del cuento de Borges “Los Dos Laberintos”, es tan inútil tratar de escapar el laberinto mas complejo realizado con el esquema mas enloquecido, como sobrevivir al laberinto sin barreras de la estepa que no se acaba nunca.

Con Emi tenemos el mismo pensamiento mirando por la ventanilla. Este es el clima y las condiciones que se encontraron los chicos en el 82? Una cosa es leerlo en lo diarios y noticias en ese momento o después en las imágenes de la tele. Otra cosa es estar aca y saber que esto es harto difícil para el que no es de la zona. Tambien difícil se me hace pensar en tribus indígenas que habitaran por estos lados y sin embargo estaban. Reflexiones de porteño. En mi mente se cruzan permanentemente imágenes de mi ciudad en contraposición brutal a lo que observo ahí afuera.

Una sucesion de colinas en la eterna linea recta que dura dias y dias de paisaje, me hace imaginar una colonia petrificada de colosales boas cubiertas con una alfombra verde digiriendo un elefante dentro como la que el aviador regalò al Principito.

Paso fronterizo argentino. Para quienes no lo saben (ignorantes entre los cuales estaba yo antes de este viaje) para ir de Rio Gallegos a Tierra del Fuego se cruza obligatoriamene tierra chilena. El paso por el estrecho de Magallanes pertenece a Chile. Por lo que debemos hacer una doble salida y entrada hasta el otro lado. Aduana Argentina y Chilena y aduana Chilena y Argentina para ir al otro lado.

Antes de abandonar Argentina por un rato, Emiliano encuentra su Nahual magico en la frontera; un zorro amigable casi como una mascota que se acerco y hasta se dejo sacar algunas fotos.
Kilómetros mas adelante, la balsa para cruzar el Estrecho. Como una nave de desembarco, se acerca abriendo su boca de metal donde pasan tres o cuatro autos rueda a rueda y subimos. Y en el medio del canal sobre el oleja tranquilo, sentimos el frio mas duro de lo que va del viaje. Descendemos del otro lado y a los pocos kilómetros nos espera un extenso camino de ripio que serpentea hacia arriba y abajo, escoltado por diferentes tonos en verde que se desarrollan cambiantes cayendo por las colinas desconlgandose desde el gris tormenta casi permanente del cielo. Unas pocas tranqueras enmarcan las figuras de algunos guanacos que ni siquiera nos miran pasar y ovejas que pastan a lo lejos.

Casi dos horas de ripio mas tarde, llegamos nuevamente a la frontera. De vuelta en argentina (suena casi ridiculo para quien vio esta parte del pais en un mapa de clegio toda su vida, pero es asi) unos metros mas adelante, paramos para almorzar en un puesto del ACA que parece salido de un recuerdo guardado en algun rincón de mi memoria de cuando tenia 6 años y veniamos de Corrientes con mis padres en nuestro Fiat 1500 y parabamos en las estaciones para recarga y estirar un poco las piernas. Una recepcion calida con sillones de cuero marron rodeando una mesita ratona cuya base es una vertebra gigantesca, suponemos que de una ballena o algo asi. Al fondo un comedor amplio donde nos sirven muy amablemente un plato unico pero estupendo.

Ya cerca del Lago Tolhuin nos encontramos con lo que asociamos inmediatamente con Sleepy Hollow, unos arboles de crecimiento retorcido y tejidos colgantes de algo verde que se desprende de las ramas con aspecto de estar secas, lo que le da una apariencia de figuras siniestras que se burlan de los pasajeros. Hasta el color del cielo contribuye a la escena. A la noche suponemos que debe andar el jinete sin cabeza.

La entrada a Ushuaia, desde el Lago Tulhuin en adelante empieza a transformarse en esos paisajes de montaña estupendos, subiendo y bajando de la montaña en la ruta enclavada en la ladera, apunando los oidos como si estuviera ascendiendo y descendiendo de un avion enloquecido. El paisaje esta al borde casi sin margen de la ruta, ahí nomas, como para tocarlo. Nos recibe la lluvia, como al comienzo del viaje; me acuerdo de lo que dijeron, que lluvia en viaje es quizas una bendicion y lo que estamos viendo lo confirma. Cruzamos el kilometro 3.000 y hay aplausos y vitores. Que viaje que nos hicimos! No lo podemos creer. Y lo que aun nos falta, todavía.

Ushuaia nos trajo un albergue con un dueño que es uno de esos tipos que se brindan de entrada y no hay forma de no crear familiaridad. Ya de entrada nos dice “esta es mi casa” abriendo un brazo como quien franquea una puerta y logra que nos sintamos un poco en casa después de tener cuatro dias a la camioneta como albergue diario. Salimos a comer y Waly junto con Charly sucumben al cordero patagonico a la estaca. Con Emi nos dedicamos un poco mas sutilmente a las ensaladas para estar un poco mas livianitos.

Mañana nos levantamos cerca de las 8:30, ese es el plan y nos parece que es como tarde después de unos cuantos dias de madrugones. Mañana empezamos las actividades por la zona. Va a estar bueno.

5 comentarios:

Fabiana dijo...

no hay dudas que viajar enriquece el alma...
viajar es magico!
saludos para todos desde buenos aires hasta ushuaia!!

Alejandro Lauria dijo...

Una vez en una clase de Jorge Lanata en la Facultad de Lomas, lo escuche decir respecto de los viajes, algo que luego repitio en los medios... viajar es como leer 100 libros sin tener que leerlos, se aprende obligadamente viajando. En ese confin del mundo se deben experimentar cosas misteriosas, sin dudas que siguiendo los pasos de este blog, refuerza mi idea de hacer un viaje por la huella que dejan uds, y creo que algun dia se me dará!!!! un abrazo

Unknown dijo...

Muy bueno todo, pero basta de referencias Borgianas!!

Que bueno mi viejo tuvo un fiat 1500!!

Ojo con los mates de Emiliano!!!

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Guau... qué léjos... Suena raro, loco, qué sé yo...
Muchos suspensivos, muchos.
Y sí, viajar es una de las mejores experiencias de la vida, esas que decía mi abuelo "nos llevamos puestas".
Eso sí, llevate puesto el cordero patagónico!!! Dejá por un día las ensaladas!! jajajaja. Besos y AVANTI
Clau

eleonora dijo...

Opino igual que Clau: dejá las ensaladas y hacete hombre, Cocoliso!!!! beso